El uso de máquinas complejas en la industria forestal y agrícola ha progresado más en las últimas dos décadas que en los cien años anteriores. El sector agrícola está dominado por grandes máquinas especializadas que se alquilan para su uso en las tareas de la siembra y la cosecha. En el sector forestal, las llamadas procesadoras forestales son lo último en tecnología. Ambos mundos tienen en común el que los sistemas hidráulicos empleados estén sujetos a exigencias extremas: una vida útil extremadamente larga y un enorme esfuerzo sobre el sistema hidráulico de trabajo. Mismamente, para las empresas de subcontratación estacionales, los fallos de un sistema hidráulico pueden suponen una gran merma en los beneficios.

LUBESAVE AGRI garantiza un funcionamiento con un bajo desgaste gracias a su tecnología de aditivos patentada. Aunque el funcionamiento fiable no es lo único que encabeza la lista de requisitos. En caso de daños, que nunca pueden descartarse debido a los grandes esfuerzos que se producen, el líquido hidráulico utilizado debe cumplir con las más altas exigencias en protección de los suelos y de las aguas, tanto subterráneas como superficiales. Por ello, para trabajar con las máquinas, en algunas regiones lleva siendo obligatorio desde hace tiempo emplear líquidos certificados cuando se trata de combustibles y productos auxiliares. Entre ellas se incluyen las zonas de protección de las aguas subterráneas, así como las reservas naturales y un gran número de otras zonas donde existe una especial protección de los suelos.